Colecciones de la Memoria

Museos de la memoria

Citados en las fuentes como museos trágicos, museos de patrimonio incómodo, e incluso de la vergüenza, los museos de la memoria se erigen para recordar los traumas sufridos por las comunidades, en la búsqueda de un sanamiento democrático.

Comunidades, gobiernos y sociedad contemporánea, crean estos espacios de la memoria vinculados a lugares históricos. Formando así paisajes patrimoniales que merecen ser preservados en su conjunto.

¿Es la idiosincrasia de estos museos importante para saber cómo preservar las colecciones? En mi opinión, sí. Las colecciones son el alma del un museo, y portan la memoria de una comunidad. Conocer aspectos como su origen, inquietud, finalidad y cómo se han conformado las colecciones, ayuda a comprender y construir los criterios adecuados para su conservación.

¿Historia contemporánea y algo más? Podemos decir que se enmarcan en la tipología de museo de historia contemporánea. Pero lo que les caracteriza es que son museos relacionados con las dos grandes guerras mundiales y sus estrategias de exterminio. También son aquellos que rememoran la tragedia de los ataques terroristas y aquellos conflictos políticos que dieron como resultado la represión social. Lo significativo es que, en su narrativa, abordan el trauma surgido por la pérdida de vidas humanas y los efectos de la limitación o anulación de los Derechos Humanos Universales, afectando sobre todo a grupos en minoría: por pensamiento político, por religión, por cultura, por etnia, o por no cumplir con los estándares sociales determinados por el régimen totalitario en el poder. Hay perpetradores y hay víctimas. También una sociedad que actúa o no actúa.

Museos, archivos, paisajes patrimoniales, hitos cuya misión es preservar el patrimonio y las colecciones de la memoria procedentes del resultado de los conflictos bélicos, y que se asocian con aquellos lugares de tragedia donde han tenido lugar: Campos de concentración, de trabajos forzados y de exterminio. Cárceles, fortificaciones, líneas de batalla y cementerios. También ciertos puntos del entramado urbano local que reconoce y señala su tragedia, como puede ser una estación de tren de la que partían los deportados hacia los campos (Francia), la destrucción de un puente histórico (Mostar), así como también la de los templos religiosos (iglesia, sinagoga o mezquita). A través de múltiples placas conmemorativas, memoriales, monumentos y Stolpersteine, permiten mantener viva la memoria.

Museos de temática religiosa, museos de historia y museos militares nos ayudan a contextualizar la tipología de las colecciones que queremos conservar. Las procedencias, el mensaje, los valores y su significancia, sobre todo las que integran el holocausto judío o la Shoa o la memoria, tal y como nos hemos referido conceptualmente en párrafos anteriores.  

En definitiva, los museos de la memoria integran una gran variedad de instituciones y heterogeneidad en sus colecciones. La preservación no puede, no debe limitarse a la materialidad constitutiva del objeto porque los criterios se apoyan en los valores tangibles e intangibles para proponer la intervención más adecuada. Y por eso, este análisis-reflexión-conexión personal.

Memorial Museums

European Memorial Museums

Institutions and Networks

References

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